En Biesenhof, la hospitalidad y la experiencia son lo más importante. Para aprovechar al máximo el espacio exterior y ofrecer a los clientes un lugar protegido durante todo el año, se eligió una amplia carpa beduina color arena de 15 x 20 metros.
La carpa se instaló con una estructura de postes fijos, creando una cubierta robusta y duradera, capaz de resistir diferentes condiciones meteorológicas. La lona natural aporta al lugar un aspecto cálido y elegante, que combina perfectamente con el ambiente rural de Biesenhof.
Con esta solución a medida, Biesenhof cuenta ahora con un espacio de hostelería funcional y con carácter, donde los clientes pueden disfrutar cómodamente del aire libre en cualquier época del año.